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El Golfo de California y sus potencialidades en materia de energía
El Golfo de California en México y, particularmente, Baja California Sur (BCS) es un paraíso real. El contraste ecléctico representado por el paisaje que combina el misterio del desierto y las hermosas playas de color azul turquesa hace que la vida aquí tome otra perspectiva.
Es verdad que no es una tierra particularmente dotada de abundancia de recursos naturales, al contrario, la tierra cuenta con características complicadas y no es fértil y el agua dulce potable resulta sumamente escasa, las condiciones de clima extremo hacen que el día a día sea complicado y que requiramos de aire acondicionado para lograr confort. Sin embargo, el mar de Cortés es considerado el acuario del mundo por la enorme biodiversidad con que cuenta, también es impresionante la diversidad de cactus y reptiles que pueden encontrarse en tierra firme pero, sobre todo, el sol cae de manera imponente en la región.
Vivimos tiempos donde el entorno económico es complicado y BCS no escapa de ello, ante la escasa disponibilidad de recursos y las características insulares de la región, las oportunidades de desarrollo personal y profesional también se complican.
Sin embargo, la oportunidad de convertir a esta hermosa en tierra en una región de oportunidades existe y me concentraría en desarrollar dos industrias que identifico con gran potencial de forma muy clara; la primera es el turismo, y no hay mucho qué explicar al respecto porque se trata de un paraíso y la segunda está muy relacionada a la era que vivimos, con el “boom” de la tecnología, lo centraría de forma particular en el aprovechamiento de las energías renovables, particularmente viento y sol.
La belleza de la región tiene un precio y éste resulta eventualmente alto cuando la exposición a los embates de la naturaleza es muy importante, se cuenta con una alta vulnerabilidad y el sector eléctrico no es excepción ya que la generación se encuentra muy concentrada en un punto de la región, concretamente en el municipio de La Paz, mientras que los centros de consumo están ubicados principalmente en Los Cabos.
La principal implicación de esto es que se asumen altos costos por la transmisión de la energía eléctrica generada pero además el esquema es muy poco resiliente, por el contrario, un modelo en el que la generación se encontrara más cerca de los centros de consumo, idealmente in situ, podría generar una mejor respuesta del sistema ante los embates de la naturaleza.
El paraíso tiene una mancha, la generación de energía eléctrica en la región se realiza a partir de la quema de combustóleo y diésel, mucho más combustóleo.
La quema de combustibles fósiles para la generación eléctrica genera grandes impactos medioambientales pero también es ineficiente y altamente costoso en una región donde, además, todo el combustible debe llegar por barco.
Entonces, el paraíso necesita que lo empujemos hacia el camino de las oportunidades y éstas se encuentran frente suyo, pugnemos por cambiar el esquema de generación actual por uno limpio aprovechando el enorme potencial renovable y la flexibilidad que otorga particularmente la industria fotovoltaica, por ejemplo: ¿por qué no pensar en BCS como un polo de desarrollo para la industria de las energías renovables?; ¿por qué no pensamos en el noreste del país y en BCS como la oportunidad de establecer plantas de generación pero también de almacenamiento y gran infraestructura y además líneas de producción de componentes?
Lo cierto es que esta industria es intensiva en el uso de suelo y en la región la disponibilidad de suelo es abundante y el potencial del recurso es enorme.
Contar con un esquema de generación de energía eléctrica limpio atraerá, segura estoy, mayores inversiones en otros sectores como es el inmobiliario; generando empleos de calidad que ahora mismo hacen mucha falta en la región. Esto puede resultar en una forma eficiente de atraer turismo de nichos diversificados y también en potenciar la opción de residencia que ya es para personas retiradas. Pensemos en generar este círculo virtuoso que genere mejoras en la calidad de vida de los sudcalifornianos.
Karla Gasca Lara
Directora Ejecutiva
Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental