Una mancha tóxica cubre diario La Paz
AUTOR: ERNESTO MÉNDEZ/ ENVIADO
LA PAZ
Desde el aire, la nube tóxica que emerge de las chimeneas parece retratar los problemas de contaminación de una ciudad industrializada y no de uno de los destinos turísticos más visitados de México.
Todas las tardes, desde el malecón es posible ver a lo lejos la serpiente de humo que poco a poco y durante la madrugada se adentra a la zona urbana.
Se trata de La Paz, Baja California Sur, donde “hasta las estatuas tosen”, en opinión de la Alianza Ciudadana por la Calidad del Aire, conformada por organizaciones de la sociedad civil.
“Tenemos hasta 241 días de mala calidad de aire en dióxido de nitrógeno, y estamos hablando de un periodo de medición de 292 días al año”, alertó Jaqueline Valenzuela Meza, directora de Operaciones del Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental.
Reveló que la Central Termoeléctrica “Punta Prieta” y la Central de Combustión Interna Baja California Sur de la CFE que trabajan con combustóleo son las dos fuentes fijas de contaminación en La Paz.
“Tenemos una termoeléctrica que tiene tres chimeneas y una central de combustión interna que tiene a la fecha cinco chimeneas”, explicó.
Detalló que de acuerdo al monitoreo que realizan a través de cuatro estaciones, más de las dos terceras partes del año en La Paz, hay concentraciones de dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno por arriba de los límites máximos permisibles.
“Por ejemplo, el dióxido de azufre está relacionado en 92% con la generación de electricidad”, señaló la directora de Operaciones de CERCA.
Las dos plantas de la CFE generan 62% de la luz que utilizan cuatro municipios: Loreto, Comondú, La Paz y Los Cabos, que es el más demandante, destacó Mario Sánchez Castro, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) en el Noroeste.
“Lo que no pareciera justo, es que este pagando los costos ambientales la ciudadanÍa de La Paz, por la generación de energía”, subrayó.
El problema de salud por la quema de combustóleo es tan grave que ya se trabaja en una base de datos sobre casos de cáncer en la capital del estado.
El bióxido de azufre, que se vincula mucho a los combustibles fósiles, especialmente los que se queman en esta parte con combustóleo, afecta directamente las vías respiratorias”, comentó Adolfo de la Peña Barrón, director ejecutivo del Registro de Cáncer de Baja California Sur.
Otro foco de alerta es el abundante parque vehicular, ya que hay más carros que personas, y la gran cantidad de autos chocolate que circulan en La Paz, la mayoría de ellos viejos y sin catalizador, que al año generan 90 días de altos niveles de contaminación por ozono, sobre todo en el verano.
“La ciudad es una de las más motorizadas del país, veíamos el problema muy lejos, y ahora la regulación quedó rebasada”, consideró el director de CEMDA Noroeste.
El conjunto de contaminantes forma un cóctel tóxico, que se suma a la falta de movilidad y planeación urbana, indicó Lucía Frausto, directora general del Observatorio Ciudadano Cómo Vamos La Paz.
“La huella urbana de La Paz ocupa la misma huella urbana que París o que Barcelona, con dos millones y medio de habitantes, nosotros con 250 mil habitantes”, manifestó.
En la búsqueda de soluciones, el Gobierno de Baja California Sur quiere homologar este año las mediciones de contaminantes con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), para tener una línea base; además de que espera que el gobierno federal recapacite y genere energía mucho más limpia.
Pero por lo pronto, el subsecretario de Sustentabilidad del estado, Andrés de los Ríos, aseguró que están decididos a aplicar lo más pronto posible la verificación vehicular obligatoria.
“No podría decir si es a partir de este año, pero a partir de este año por supuesto hacemos la gestión y la colaboración, para poder tener cuanto antes la medición de las emisiones de los vehículos”, afirmó.